La cuestión es que se tornó este blog en un amago de "recopilación de críticas" tal y como se hace en esas últimas páginas del periódico que dedican su espacio a la cultura, haciendo mención a genios, primigenios y demás partícipes de ese vasto campo que incluye música, cine, teatro, etc. Pero este espacio se quedaba corto, y más bien se centraba en meros films, el fenómenos cultural más pasivo, dejando de lado a la literatura, la escritura, la música de otra clase como la clásica...
Definitivamente quedan muchos artistas en el tintero y yo sólo espero dar cabida a algunos de ellos en este miniespacio virtual.
Ayer, 27 de marzo, volvió a ser el día mundial del Teatro.
Es preciso en este día recordar a uno de los hombres más dados al teatro, quien llegaba a confunfir la línea de la realidad con la de la interpretación, muestra de ello su muerte casi en escena.
Tributo a Jean-Baptiste Poquelin.
Nosotros lo conocemos como Molière, y cada vez que nos subimos a un escenario lo hacemos sin llevar ninguna prenda amarilla, porque sabemos que él murió con una bata de este mismo color.
