Deseado sentimiento es la libertad en ciertos rincones del mundo donde el alcance de la misma parece algo impensable…
La libertad, es la inquietud ansiada de muchos, de muchas. De todas esas personas que viven ruines injusticias en sus carnes, y optan por reprimir aquello que sienten…
Es evidente que hoy en día existe una carencia de libertad, que se ve reflejada más en unos sitios que en otros, y que hay quienes se encierran incluso en la sumisión, sin percatarse del muro que ellos mismos se están construyendo, privándose así del derecho a la libertad.
Conscientes o no, muchos eligen llevar al extremo sus ideales, por ejemplo religiosos, y consideran que sus creencias y normas de vida son las mejores y las más respetables; he ahí la presencia del etnocentrismo, una enfermedad que implica un síntoma, la carencia de libertad, que hace a cada individuo aislarse en un mundo del que es difícil salir.
Contemplando todo desde otra perspectiva, uno cae en la cuenta de que esta forma de vida tan extrema, puede tener su origen en el “no queda otro remedio”, o el “ es así y punto”.
Es necesario entonces una lucha para que los derechos humanos cumplan su premisa: que los mismos sean válidos, como es obvio pensar, para todo ser humano. Porque pese a la supuesta evidencia, no es siempre así.
He ahí ciertas dudas:
¿Por qué pregonamos con tanto énfasis los valores de los derechos humanos…si luego realmente vemos que no se llegan a realizar?
Porque, aunque no queramos darnos cuenta, hay gente que en verdad sufre día a día en uno u otro ámbito la dichosa falta de libertad, la cual algunos ven como un bello e inalcanzable sueño…
Es triste oír estas palabras… ¿soñar con la libertad?
Entonces estamos frente a una tremenda paradoja.
Existen muchas contradicciones en el mundo, y muchos cabos sueltos que atar.
¿Por qué presumimos de ser todos uno si sabemos que no es así? ¿Por qué redactamos discursos tan magníficos cuyos objetivos no se van a cumplir? ¿No vivimos en ese siglo XXI tan idealizado por nosotros mismos?
Hablaríamos, pues, de utopías…
Los grandes dominadores del mundo hacen fracasar nuestros propósitos. Los aclamados predicadores de hoy no consiguen llevar a cabo sus fabulosas ideas, pese al poder sublime de su oratoria…
¿Por qué entonces, darnos a todos falsas esperanzas?
Aunque haya unos cuantos afortunados que posean la libertad en sus manos, muchos de ellos no se conforman sólo con eso, sino con ver ese derecho en las manos de todo el mundo. Se consolidaría entonces, un mundo libre.
Es un deseo que la libertad llegue a los sitios más recónditos del planeta. Esos lugares no tan desarrollados, conservadores, incluso cerrados, cerrados en su mundo construido por ellos mismos, del cual sólo ellos poseen la llave para su apertura…
Mas esa llave está escondida, y en ocasiones no se encuentra.
Ayudemos a esa gente a buscar esa dichosa llave que les abrirá las puertas a ese mundo libre, que les hará cumplir su añorado sueño…esa llave que les dará la LIBERTAD, y que de una u otra manera, les invitará a volar…
