"El sueño"

¿Quién era Él?
¿Quién era esa persona?
¿O debería decir, por si acaso...personaje?
¿Era real?
Su personalidad, ¿era veraz?

Sin esperarlo, sin predecirlo, sin preveerlo (o en esto quizás deba dudar...)
de repente, ahí estaba.
Sentado, con cierta gracia, vestía una camiseta roja.
Hombre y niño a la vez.
Se le veía.

Habló y nos deleitó.
Nuestros oídos oyeron, y nustro corazón escuchó.
Las raíces de todo lo que mueve nuestro mundo...
Y mi corazón se puso contento, por lo que seguiría escihcando en los minutos posteriores y lo seguiría haciendo durante toda la noche.

De repente mis ojos miraron sus ojos.
Y sus ojos miraron los míos.
La gente pese a todo ya no estaba.
Y entonces se acercó.

Me sacó la tristeza hasta que emergió con lágrimas, lágrimas,
sin saber por qué.
Pero ahí estaban, desliándose por mis mejillas.

Hasta que salió el Sol, me adentré en una burbuja,
protagonista de un viaje, MI VIAJE,
en el que nadie aparte de yo misma podía participar, ni entender...
NADA.
Sólo la NADA puede convertirse en TODO y lo que comprende un TODO puede esfumarse y...
NADA.
Y por eso esa noche de la NADA surgió TODO.

¿Y la felicidad?
¿dónde estaba la felicidad?
Se consigue en el término medio, como la virtud,
asi que, quizás fue a medianoche...

Todo pasó por culpa de mis ojos tristes,
pasó por su atención, curiosidad, y me atrevería a decir entrega.

Pero yo sigo pensando que todo fue por el mundo de los sueños, revelador como el que más, concretamente por un sueño acontecido semanas anteriores.
Y vaya.
He ahí mi sueño. El sueño.


Porque no hay mejor fuente de información sobre uno mismo que nuestros sueños.